martes, 30 de junio de 2015

Análisis, más allá de las Generalidades

Consolidando la economía como un proceso histórico continuado y del cual se pueden extraer enseñanzas criticas para el futuro, el análisis económico, como todo análisis, no debe partir de una mirada miope de la situación a estudiar sino que debe reflejar el contexto o entorno donde se sitúa, el ámbito a analizar con base en la experiencia teórica y practica dentro de un campo de acción especifico que le permitan llegar al analista a conclusiones cercanas a una realidad que facilite una opinión acerca del presente y vislumbre un escenario futuro.

La explicación que un autor como  Joseph A. Schumpeter da acerca de los principios y conceptos que dominan la historia del análisis económico y la diferencia entre un economista analítico y el común de los economistas, toma relevancia en el momento de hacer estudios socioeconómicos en Nabi Consulting.

El análisis no puede ser ciego, sordo y mudo; en administración existe un principio muy claro a nivel de gestión y es que “lo que no se mide no sirve”, y esto es vital para la toma de decisiones. Inclusive la fe tiene medida, Jesús decía: “si tienes fe como un grano de mostaza...”, la medición es parte vital para un buen análisis hasta empírico, y la mejor herramienta con la que cuenta la economía es la estadística. Sin embargo, no sólo se hace vital los números, sino la fuente de ellos, más que la forma en que fueron calculados –algo valido de entender-, es la fuente de donde fueron conseguidos, y esto no es exclusivo de los números, lo es con cualquier otro tema de análisis, y en el caso socioeconómico es vital, donde no sólo importa el qué se dijo sino el quién lo dijo.

La credibilidad que se da a los hechos lleva a formular “teorías” que hacen centrar el análisis y darle fundamento al mismo. Sin embargo, no todo lo que se refiere a teoría es un fundamento sólido, sino se tiene en cuenta su origen, debido a que la relatividad de las mismas basadas en principios cambiantes hace que su permanencia en el tiempo, dependa de los protagonistas del mismo. 

Sólo aquellas teorías fundamentadas en principios absolutos que contemplan las leyes establecidas desde la creación soportan como en una roca las afirmaciones que se convierten en bases sólidas de construcción de conocimiento. Desafortunadamente el comportamiento humano, no sólo es cambiante sino que su tendencia es el relativismo, sobre todo si su carácter no ha sido formado en principios absolutos, lo que hace que se ajuste la “teoría” a la moda, bien sea en el campo económico o en aspectos de su desarrollo; esto hace que la revisión a la teoría económica se deba hacer asumiendo comportamientos generales en individuos –como ocurre con los animales- pero cuya tendencia es similar aunque su accionar es diferente a los principios absolutos que rigen el universo.

Esto no hace que la teoría sea mala sino que se debe examinar la esencia de la misma, y el soporte que tiene, no sólo científico (el cual es cambiante) sino los principios que la sustentan y lo que existe detrás de ellos, bien sea comportamientos sociales, políticos económicos, prácticos o pragmáticos.

Este examen debe ir más allá de generalidades –las cuales se deben contemplar- a particularidades que permitan extraer esa esencia teórica que fundamentará, lo que denomina Schumpeter “campos prácticos”, que no son más –en mi concepto- que llevar algo supuesto a probar en una realidad que no tiene hipótesis, sino que desde su creación funciona con base en principios absolutos creados para ser aprovechados de forma adecuada para el beneficio económico y social o para el perjuicio del mismo en cada uno de sus especificaciones.

Desarrollado por: Giovanny Paredes Alvarez –CEO -Nabi Consulting-

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