Cada día
como consultor existen delante de mis ojos desafíos que enfrentó con total
determinación, la complejidad de las diversas situaciones se vuelve tan
apasionante que la creación y la transferencia del conocimiento no es una
rutina obligada sino un deber y un derecho que como consultores nos damos.
Sin
embargo, cuando tuve la oportunidad de tomar un módulo de “creación y transferencia del conocimiento”, me llevo a
diversos escenarios donde me muevo, pero sobre todo a uno en particular que se
ha convertido en un gran desafío cargado de enorme placer: mi familia.