La educación incide sobre la
socialización temprana de los niños, adolescentes y todo ser humano. Los
valores que prevalecen en la edad adulta son aquellos que se adquieren en los primeros años de vida y se reafirman en
adolescencia.
Por ello, es importante que en la
formación del capital social, el sistema educativo conciba al ser humano de
manera integral; lo cuál le permitirá incidir en la formación de aquellos
valores concientes e inconscientes que generen modificaciones en los
comportamientos de la sociedad que como un todo transforme el capital social
del País.
Al asumir al ser humano como un todo
en la formación del capital social, es importante detallar que los seres
humanos somos constituidos por espíritu, alma y cuerpo. Describiendo cada uno
de ellos, presentaría resultados en los individuos: el Espíritu es el que permite relación con Dios (lo cuál genera
contratos autoimpuestos); en el alma se encuentran las emociones, mente y
voluntad; aquí nos relacionamos con los demás (cooperación); y con nuestro
cuerpo tenemos nuestra relación con el mundo (confianza).
El
núcleo profundo, la identidad en la formación del capital social[1], es la parte espiritual. La mente se ocupa de los pensamientos, las emociones de los sentimientos
y la voluntad de la capacidad de escoger.
Ubicar
principios y valores es parte esencial
de la formación integral del capital social de una Nación, de la formación su
carácter; cuando se interiorizan esos principios y valores los ciudadanos se
convierten en seres humanos diferentes, seres humanos autorregulados.
Al hablar de
principios, nos podemos remontar filosóficamente a lo que podrían ser los
universales y los particulares, los
primeros trabajados por Platón y los segundos por Aristóteles. Al hacer un
análisis de la historia de la humanidad se ha observado cómo cuando las
personas se basan en universales para dirigir sus civilizaciones, edifican más
sus pueblos y naciones, la medida de las cosas es algo superior a ellos,
interesa el bienestar colectivo. En contraste, cuando los particulares solo
tienen sentido, interesa el bienestar individual, las situaciones son relativas
a mi concepción de vida, el hombre es la medida de todas las cosas y se
destruyen civilizaciones (como por el imperio romano).
El
paradigma científico nos muestra como las cosas son cambiantes y relativas. En
todas las ciencias ha influido el paradigma físico como modelo (actualmente el
de la relatividad). Cada ciencia en particular va cambiando y se va
desarrollando con el tiempo (la economía no es la excepción). Parece sin embargo,
que este relativismo de la ciencia se ha trasladado a otra área como es la de la ética, entonces no se aceptan verdades que tengan
pretensión de universalidad, sino que se cree que todo es relativo a una
situación particular; ejemplo: si un individuo esta pasando hambre él puedo
robar, no existe un principio encima de él que deba respetar, sino que todo
depende de condiciones particulares.
Se
podría decir que los universales, donde funciona la moral, tendrían que ser
aplicables a toda la humanidad, y fueron aplicables en el pasado y lo podrán
ser en el futuro. Por ejemplo, los derechos humanos tienen una pretensión de
universalidad (y son tomados en cuenta por la teoría de la propiedad), en el
sentido de que son inherentes a la condición misma de la dignidad humana, no
importa la cultura, el país (es decir, la condición particular) . Así
el resultado directo mostraría que el capital social funciona dentro del ser
humano como una serie de principios y valores estables que ponen un eje a su
vivir, mientras que la profesión de la persona, por ejemplo, estaría
susceptible a estar permanentemente cambiando, lo que un día es válido, mañana
no lo es.
Otro
aspecto que influye en referencia a los asuntos éticos es que dentro de la
realidad del funcionamiento del mundo se está acostumbrado a los efectos
instantáneos (comida instantánea, se pulsa un botón se consigue una información inmediata) y debido a que el trabajo sobre principios y
valores o las consecuencias de actuar desordenadamente son un tema de desarrollo donde los resultados se observarán en el mediano y largo
plazo, las personas no alcanzamos a
percibir el efecto que tienen sobre su comportamiento y sobre su vida.
Por lo tanto, en
la formación del capital social “se siembra “y posteriormente se cosecha
aquello de lo que se sembró”. por ejemplo decidiendo en el sistema educativo
trabajar en la vivencia de principios como la honestidad, la puntualidad, la
prudencia, la responsabilidad, el ahorro, se tendría posiblemente mejores seres humanos en el
mañana y una Nación con mejor desarrollo económico.
Pero ¿qué
serían esas normas de las que habla Fukuyama y que inciden en la formación de
capita social, y en las cuales debería centrarse el sistema educativo del
país?. Es un conjunto de normas absolutas
y rectas que me traen convicción para regir la conducta por ellas. Por esa
convicción que producen esas normas externas se hacen un código interior, personal, de comportamiento. Una norma así, es un
principio, es un código interior.
Cuando la
sociedad entiende el principio le da
valor a cosas que antes no le daba, los valores cambian. Un valor es la
importancia o estimación que se le da algo. En cuanto
a los valores que se deben formar desde la educación para incentivar mejoras en
el capital social se podría ver en tres dimensiones:
Dimensión
moral-estratégico: Los valores son aprendizajes estratégicos
relativamente estables en el tiempo que una forma de actuar es mejor que su
opuesta para conseguir que nos salgan bien las cosas.
Dimensión
económica : Criterios utilizados para evaluar las cosas en
cuanto a su relativo mérito, adecuación, escasez, precio o interés.
Dimensión
psicológica: Cualidad moral que mueve a acometer resueltamente
grandes empresas y a afrontar sin miedo los peligros.
Los valores
como esencia del capital social determinarían para el País y para cada
individuo de manera personal quienes son sus amigos, la forma en que gobernamos,
las elecciones políticas, el valor que se da a una relación agente-principal se
cuál sea, la información simétrica como elementos de la Verdad. Los valores
producen confianza, visión y
compromiso. La vida es controlada por valores y el activo nacional lo
constituyen los principios y valores por los que vivimos. Las emociones
nacionalistas son despertadas por aquello a lo que se le asigna valor, emociona
lo que considera valioso; cuando se entiende el valor de alguien o de algo se
amo. Y una de las mejores estructuras para aprender principios y valores es la
estructura educativa, los colombianos valoramos la educación!, es allí donde
incide en la formación del capital social.
Incentivar
a que la educación actúe bajo los principios y valores que formen un capital
social en Colombia traería como resultado para la Nación :
1.
Ser mejor País en su esencia (Ser
)
2.
Hacer más y mejor de forma
productiva(Hacer)
3.
Ganar más y tener más sendas de
crecimiento permanentes (Tener)
Esta no sería una forma perdida de
recursos los mismos ciudadanos la escogería como la más optima.
Algunos bienes son inherentemente
bienes privados; pero se analizan como si fueran bienes públicos. La educación
es esencialmente un bien privado: es excluible y en cierta medida reducible[2]. Sin embargo, la mayoría de países han adoptado la decisión política
de financiarla con dinero público. A menudo se ha decidido proporcionar a todos
los ciudadanos el mismo nivel de gasto de enseñanza. Esta restricción nos
obliga a analizar la educación como si fuera un bien público.
¿Hasta que punto es eficaz incentivar
la educación en la formación de capital social como provisión de bienes
públicos?
ri =cantidad mínima de educación
i = individuo
c = costo de suministrar una unidad
del bien público
Suponiendo que ri = 10, siendo i = 1.2
y c = 15, por la suma de las disposiciones a pagar es superior al costo de la
provisión. Cada uno de los agentes decide independientemente comprar o no el
bien público. Sin embargo, como se trata de un bien público que le encontramos
valor, ninguno de los agente puede excluir de su consumo al otro. Así, la
sencilla matriz de estrategias y ganancias de este juego sería:
Educación
basada solo en racionamiento intelectual
|
Educación
basada en principios
|
|
No
incentivar
|
-5, -5
|
-5, 10
|
Incentivar
|
10, -5
|
0, 0
|
Si el Estado accede a no incentivar la
educación basada en principios, obtiene unos beneficios por valor de 10, pero
tiene que pagar 15 por estos beneficios. Si el Estado accede a la educación
basada en principios pero incentiva, la
ciudadanía accede a esta educación (porque haya valor en ella) y obtiene
gratuitamente unos beneficios por valor de 10. En este caso, el incentivar
produce que se acceda a la educación basada en principios.
El equilibrio basado en las
estrategias dominantes de este juego es “Incentivar”, “Educación basada en
principios”; los individuos desean la educación basada en principios y que sean
incentivados acceder a ella porque preferirían acceder a costa del otro, al ser
esta formadora de capital social y de racionamiento intelectual. Pero el
resultado neto es que el bien no se suministra aún cuando sea eficiente
hacerlo.
Esto demuestra que no cabe esperar que
las decisiones puramente independientes den necesariamente como resultado una
cantidad eficiente del bien público que este suministrándose.
Suponiendo que cada uno de los agentes
elige independientemente la cantidad que desea aportar para financiar la
educación. Si la educación basada en principios
piensa que la educación basada solo en racionalidad intelectual
aportará, por ejemplo, g2, el problema de maximización de la utilidad de la
educación basada en principios es:
Max u1 (g1 + g2, w1-g1)
Sujeta a g1> 0
La restricción que g1>0 es una
restricción natural, establece que la educación basada en principios pueden
incrementar voluntariamente la cantidad del bien publico (mejoramiento del
capital social), pero reducirla unilateralmente.
Si el agente que aporta una cantidad
positiva, su relación marginal de sustitución entre la educación basada solo en racionalidad
intelectual y la educación basada en principios debe ser igual a su costo
marginal 1. Si es menor que su costo, no querrá contribuir con ninguna
cantidad, por lo tanto no se le hallará valor a ninguna de las dos. Y vimos que
la sociedad colombiana le encuentra alto valor a la educación, la incidencia de
la una o la otra en la formación del capital social la decide la Nación como un
todo en la estructura de su estrategia educativa.
Los Estados pueden ser teocráticos o
cívicos, dependiendo de la incidencia de las convicciones religiosas de los
ciudadanos sobre la organización del Estado, sus leyes y régimen judicial. La
teocracia está presente en los países islámicos, donde la legislación en
materia económica surge del Corán (por ejemplo, en lo relativo a herencias),
así como es el caso de Israel, donde no se permiten miembros no hebreos en el ejército.
El Estado y la Iglesia – como
expresión formal de las creencias religiosas- tienen en común la facultad,
delegada por la sociedad, de definir reglas de juego. El primero lo hace con
base en las normas constitucionales. La Iglesia, por su parte, lo hace con base
en la creencia en ideas reveladas aceptadas por la población. La religión es un
instrumento mediante el cual el hombre expresa sus más profundos valores y
actitudes frente a la vida y frente a lo que considera el bien y el mal. De ahí
la importancia de la orientación religiosa en la categorización de los Estados.
Desde sus inicios la Iglesia en
Colombia, ha estado presente en los programas de los dos partidos políticos
tradicionales. Las ideas de Bolívar, respecto de las responsabilidades de la
Iglesia en la educación, eran contundentes y no concordaban necesariamente con
las más aceptadas en los Estados modernos. Santander, por su parte, no
compartía esas posturas. Para este ultimo la educación debía ser función
exclusiva del Estado. Caro también abogó por una estrecha unión entre la
Iglesia y el Estado , mientras que los liberales expropiaban los bienes –en
manos muertas- de la Iglesia y de las congregaciones religiosas. Aun así, el
Partido Liberal surgió como motor del cambio, al tiempo que parte de la opinión
pública lo asociaba con la encarnación de la oposición a la Iglesia. Los
fundamentos ideológicos del Partido conservador siempre correspondieron más a
los de la Iglesia católica y a estructuras del Estado que se remontan a épocas
anteriores a las revoluciones americana y francesa.
Aunque Colombia es una sociedad
católica, que considera que cree en Dios y acepta la noción de pecado que se
presenta y que declara sus arraigadas creencias religiosas no significa que
acate integralmente sus normas. Tanto es que el aborto, desaprobado por la
Iglesia y rechazado por la opinión publica con base al ideal religioso,
presenta que en la ultima década de cada tres embarazo uno termina en aborto.
En el país se registran 300.000 abortos al año, siendo inclusive una practica
de planificación familiar. Existe una clara discordancia entre la normatividad
–legal, pero también moral y religiosa- y lo que la sociedad acepta cumplir,
que reviste la mayor trascendencia frente a las relaciones familiares, el matrimonio
y la procreación.
Para definir la “razón justa” no se
basan en Dios o en el derecho natural, sino en las condiciones sociales y
económicas de las comunidades. El profundo conflicto entre las dos posiciones –lo que de ser y lo que
es-, justificado con base en los más diversos argumentos, puede desembocar en
enormes dosis de violencia reprimida. La práctica del aborto, con la cual no se
comulga pero a la que se recurre, forma parte de la larga cadena de problemas
que surgen de esa discordancia. Casos similares podrían enumerar respecto al
matrimonio, el divorcio, el robo, el asesinato y la libertad sexual.
En el libro: "Colombia un Proyecto inconcluso. Valores, instituciones y capital social, tomo I y II. MariaMercedes Cuellar. Universidad Externado de Colombia." se puede observar que la iglesia es la única institución
cuyos representantes, gozan del respeto y la confianza de la gran mayoría de la
población colombiana, contrario a lo que ocurre con el resto de instituciones
básicas para el funcionamiento de la democracia, que en contraste son objeto de
elevados niveles de desconfianza. Si bien el ideario de la Iglesia
católica está en la mente de los colombianos y se le tiene un gran respeto a sus representantes, también es cierto que
está no se ha constituido en fuente de discordias entre la población. El colombiano promedio de tiempo atrás
considera que el Estado debe ser secular y que cualquier otra alternativa en
ese frente debe descartarse. Precisamente por ese motivo la Iglesia está
llamada a desempañar un gran papel como vínculo y puente para la transformación
de la estructura institucional del Estado, a fin que ésta corresponda más a los
valores sociales prevalecientes.
Los valores que se manifiestan en las
prioridades o retos que enfrena el Estado en los próximos diez años –disminuir
la incertidumbre en el frente económico y proporcionar una mayor protección de
la integridad personal- reflejan que en el país existe un modelo ambivalente
que enfrenta una enorme paradoja: la seguridad que encuentran los feligreses en
los valores tradicionales que ofrece la Iglesia y el anhelo por mejorar la
posición económica, requisito indispensable en un Estado moderno, que parece
estar interiorizado en el alma de los colombianos.
En el mismo libro se hace una encuesta donde se incluyeron preguntas
relacionadas con los valores que se considera importante trasmitir a los niños
en la educación. Dentro de éstos, por su importancia para el régimen político
de un país, están los asociados con la libertad, la igualdad, la independencia
y la tolerancia. Valores que desde el punto de vista de Nabi Consulting hace parte de los principios trabajados por Aristotéles, siendo actualmente relatividad pura.
La población más educada, la de los
profesionales, es claramente la más interesada en la política; por ello, es
importante los valores que estos tengan para ejercerla. En términos de
movilización cognitiva hay un amplio espacio abierto para el florecimiento de
la democracia participativa. Asó ello no esté exento de riesgos sobre todo al observar que según datos de la Revista Misión Pyme nuestro mercado laboral es segementado de la siguiente forma: "... 56% pertenece al grupo de trabajadores no calificados, que están excluidos del mercado de trabajo y no son atractivos para los empleadores. 33% son semi calificados, en su mayoría con formación técnica o tecnológica y están entre la formalidad y la informalidad. El 10% restante corresponde a los trabajadores calificados, que se entienden por persona que culminaron estudios universitarios y tienen posgrado." Por lo tanto la población más educada y que más influencia tiene no es la mayoría, así ¿cómo podremos obtener un nuevo capital social?
La decisión de invertir y el tipo de
educación en que se invierte están íntimamente relacionados con la percepción
que los individuos tienen del entorno y la forma como procesan la información
respectiva.
Ante éste panorma el entorno familiar es precisamente
donde se definen en primera instancia (luego entra a participar también la
escuela, así como la televisión, el vecindario y el entorno difuso del
individuo) los rasgos culturales que pasan de generación en generación, que
terminan por constituirse en las reglas informales que rigen las sociedades.
De la interacción entre las normas y
los valores prevalecientes resulta el cambio. El hoy depende del ayer, y el
mañana, as u turno, de hoy. Por ello se puede afirmar que la senda de
dependencia fe una sociedad está estrechamente ligada a los valores que se
trasmiten en la educación escolar y en le hogar y a la experiencia que adquiere
el individuo a lo largo de su vida productiva. La acumulación y sistematización
del conocimiento de la humanidad , o sea el desarrollo tecnológico, están
claramente asociados con la rentabilidad que produce.
Así como la familia juega un papel
determinante, no debe subestimarse la importancia de los docentes. Colombia,
como la mayoría de las sociedades modernas, ha venido delegando en los
planteles educativos la tarea de preparar a los jóvenes para el trabajo. Así,
los maestros, en la medida en que las sociedades se desarrollan, adquieren
progresivamente mayores responsabilidades en la transmisión de conocimientos.
Aunque no hay razones para esperar que la visión de los padres de familia
coincida exactamente con la de los maestros, sí debería existir cierta
coherencia alrededor de preocupaciones, aspiraciones y prioridades, de manera
que las de unos y otros puedan llegar a un acuerdo con las requeridas para el
desarrollo de una sociedad productiva. Sólo de esta manera los valores de lo
jóvenes y el conjunto de normas sociales que éstos interiorizan conducirán al
crecimiento y al preservación de las libertades individuales.
Los valores y creencias de una
sociedad inciden de manera determinante en su desarrollo.
Las sociedades modernas tienen
características comunes tales como la valoración de la educación y el trabajo y
la creciente igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, en particular en
el de estratos sociales y en el de género, que en su conjunto desvían en
organizaciones sociales que propician la prosperidad.
Por fortuna el pueblo colombiano, en
medio de todos los problemas que lo afectan ,aún valora la educación. El
colombiano quiere educarse. En Colombia para que a un individuo le
vaya bien se requiere de ingredientes de orden diferente al educativo, más
asociados a los contactos y a sacar provecho de los demás. La educación es más importante para
los jóvenes que para los viejos.
El capital social, reconoce la
existencia de múltiples y complejos mecanismos de compromiso cívico, que
generan niveles más elevados de educación, reducción de la criminalidad, mayor
eficiencia del gobierno y acelerado crecimiento económico. Una comunidad en la que están
ampliamente desarrolladas la confianza y la credibilidad logra mejores
resultados indirectos que otra donde tanto la una como la otra están ausentes.
Concluyendo...
...Las diferentes entradas en el blog sobre el papel de la educación en el capital social se enmarcaron dentro
de una concepción de formación integral (espíritu, alma y cuerpo), en donde la
parte espiritual, se concluye marca la real identidad para formar el capital
social.
...La educación es vital y decisiva en la formación de ese capital social. La
educación debe ser un centro de formación donde se construya el carácter (o
conjunto de hábitos), basado en principios universales, del individuo para así
poder “Ser” primero que “ hacer” para
luego poder “ tener”. Es un proceso de formación y transformación del
comportamiento de una sociedad.
...El crecimiento correcto del Capital Social
empieza cuando seguimos los principios correctos y se toma la responsabilidad
por lo que somos. Nuestra calidad como personas depende de los principios que
seguimos y la pureza de las motivaciones que tenemos. Si somos honestos y
nuestros motivos son sanos, nos aprecian como personas transparentes, sin
agenda escondida o información asimétrica.
...Bajo una concepción de capital social sano en
una nación como Colombia, la gente percibe la paz que proyectamos, nos
respetará y tratará de hacer negocios con nosotros. La mejor guía para alcanzar
esta transparencia que busca la gente en nosotros es seleccionar nuestros
motivos de acuerdo a Principios Universales, llamados también Leyes Naturales.
Ellas desarrollan el sentido común y nos ayudan a encontrar soluciones
practicas a los problemas de la vida. Las normas no escritas que forman el
capital social serían sencillas de manejar si respetamos el sentido común y el
orden con el que fueron creadas, y esto definitivamente parte desde las aulas
de clase, al inicio en el preescolar y hasta las aulas universitarias; de nada
nos ha servido formar buenos técnicos o profesionales, excelentes en su
labores, pero con altos grados de corrupción, clientelismo, etc., que a nivel
económico lo único que hacen es dañar el funcionamiento de los mercados al
generar desconfianza.
...La Nación debe analizar sus planes con la
lupa de los principios universales, para saber si están correctos o chocan con
los principios morales. Si no
resisten este examen tendremos dificultades en la ejecución, porque aunque el
“modelo económico” este bien formulado o la “teoría de juegos” bien plantada,
falla el factor más importante el capital social.
...Para el funcionamiento de la una Nación o una
empresa se requiere una planeación y control, unos procesos, unos productos o
servicios y unos recursos físicos, financieros, tecnológicos, humanos. Este
último, el recurso humano, es el que hace que todos estos procesos de la Nación
o de la empresa se den, el que planea, el que controla, el que diseña los
procedimientos, el que selecciona la tecnología, el que decide, el que vende,
el que tiene la visión de la empresa, el que lidera, el que trabaja. Por ello el trabajo sobre el recurso humano
de una Nación, es construir Capital Social. Como sean las personas y su
comportamiento serán el capital social de una Nación, que la puede edificar o
derrumbar .
...Un sistema educativo que trabaje más en la
persona, en su interior, podría llevarla a pensar en el liderazgo, y allí
podría aprender a escuchar, a manejar el conflicto, a inspirar, desarrollar y
comprender a la gente, a como tener una mente abierta, recibir la presión de la
adversidad y aceptar la crítica, así también como a emitir buenos juicios. Esto
si es formar!, la técnica se aprende.
Finalmente, podemos decir que el capital social son principios que motivan a las personas
a tener un nuevo carácter (unos nuevos hábitos) para organizar su propia vida, la de una empresa y
la de toda una Nación. ¿Qué Capital Social queremos desarrollar?
[1]
Vale la pena recalcar que el capital social entendido como: un conjunto de
valores informales o normas compartidas entre miembros de un grupo que permite
la cooperación entre ellos mismos (Fukuyama)
[2]
Bien Excluible: si es posible excluir de sus consumo a una persona
Bien reducible: el consumo por parte de un
individuo reduce la cantidad que pueden disponer los demás.
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