Dentro
de los libros más leídos en todos los tiempos, se encuentra uno que sin duda a
nivel Gerencial es vital consultar permanentemente y tener como referente
indispensable para el desarrollo personal y empresarial, por algo es el libro
más traducido en el mundo, en más de 438 lenguajes diferentes, y se ha vendido
más de 6.000 millones de copias. Por ello, aunque cada día nos relacionamos más
con los conceptos gerenciales modernos, y en Nabi Consulting buscamos estar a
la vanguardia de ellos, entre más "nuevos conceptos" gerenciales
encontramos, más admiración sentimos por el libro que posee los mejores
consejos gerenciales que podríamos recomendar.
Tomando lo mencionado por Franklin E. Ramirez, en la presente entrada reafirmamos lo mencionado por su estudio comparativo que hace frente a las fuentes gerenciales y lo compara con una fuente que las anteceden a todas: La Biblia.
Una
persona con múltiples estudios en las ciencias económicas y administrativas,
con todos los pergaminos y experiencia gerencial, podría afirmar que la Biblia
no es un libro de administración y mucho menos de gerencia, aunque así mismo
ese libro se consideré La Verdad. Curiosamente, al leerlo, observamos que la
Biblia tiene gran cantidad de información sobre métodos y estrategias
gerenciales que cualquier otro libro escrito por grandes expertos y "gurús"
empresariales; aunque claramente se diferencia en su lenguaje, las respuestas
que se encuentran cambian la vida cotidiana, las relaciones y suple
necesidades, aumentando el gran manera la sensibilidad o intuición práctica que
requiere un gerente moderno en mundo turbulento.
Después
de considerar profundamente su contenido, se puede afirmar categóricamente que
la Biblia no sólo dice "algo", sino que dice
"mucho" respecto al tema, desde el mismo concepto de
"gerencia". En la Biblia se usa la palabra hebrea
"pequddah" para referirse al término administración, la raíz de
esa palabra proviene de una expresión que significa "dar atención
a". Asimismo, se usa esa misma palabra para referirse a la
supervisión, con la acepción: "al cuidado de". Otras referencias
sobre el uso del concepto "gerencia" en la Biblia se relaciona
con administrar recursos, supervisar, dar atención a una asignación o
estar al cuidado de algo. Esa responsabilidad gerencial recae sobre un
"gerente" que tiene un rol en las organizaciones y existen múltiples
definiciones sobre el papel que una persona, hombre o mujer, debe tener cuando
es nombrado gerente, pero ¿qué dice la Biblia con respecto al gerente?
La
Biblia usa la palabra "administrador" para referirse al hombre que
tenía un puesto de responsabilidad como encargado de algún comercio, alguna
propiedad o bienes, o tenia otras personas bajo su supervisión. Por eso en
muchos casos, para referirse al gerente en la Biblia se utiliza el término
griego para epískopos, con el significado de "vigilar cuidadosamente"
o usando el sustantivo episkopé, significa "puesto de superintendente",
quien era alguien que atendía ciertos asuntos o a ciertas personas, haciendo
visitas, inspeccionando y efectuando nombramientos.
Desde
la antigüedad hebrea era común el uso de superintendentes (gerentes) para dar
atención a los asuntos de interés político, comercial, civil, militar y
religioso. En las Escrituras Hebreas, muestran los muchos y diversos puestos y
sistemas de gerencia que existían durante el reinado de David, tanto con
respecto al sacerdocio del Templo en Jerusalén como a la corte real, incluidas
cuestiones económicas y militares. El gerente descrito en la Biblia no suele
centralizar las decisiones y tareas en sí mismo, sino que puede asignar trabajo
a otros, así como supervisar y velar por los intereses de aquellas personas o cosas
confiadas a su cuidado.
El
uso de gerentes para supervisar una empresa cristiana no tiene una
cantidad fija, su número dependía de aquellos capacitados y reconocidos que
unieran esfuerzos en una empresa como en un cuerpo que combinaran sus
esfuerzos para atender los asuntos de ella, "epískopos" no
supone una autoridad monárquica; es más bien un término que nombra a las
personas de evidente estructuración plural y colegial encargadas de la
dirección, así el modelo Bíblico de administración se adelantó a la práctica
gerenciales modernas que hablan del esfuerzo por gerenciar en equipo de manera
interfuncional. Pero cuando pensamos en alguien que pueda llegar a ocupar un
cargo gerencial ¿qué requisitos debería tener?, la Biblia plantea los
siguientes requisitos (y que son perfectos para los gerentes actuales): Madurez
de carácter, libre de acusación, no un borracho pendenciero, no ser ávido de
ganancia ni tener falta de honradez, de juicio sano, capacitado para enseñar,
que pueda exhortar y censurar, no ser un golpeador, no ser terco, sino
razonable, no ser belicoso ni propenso a la ira, probado en cuanto a aptitud.
Ahora
bien, ¿Desde cuándo puede hablarse de "gerencia" en la
Biblia? En los primeros seis capítulos de las Sagradas Escrituras
encontramos que desde el inicio de la historia humana Dios autorizó y dio libre
albedrío al hombre para diera atención correcta (administrara) la tierra y todo
lo que había en ella. Su trabajo consistía en administrar los recursos
disponibles en el jardín de edén, de manera que dicho modelo se expandiera. Es
decir, Adán tenía que poner su empresa a producir con rentabilidad para hacerla
crecer. Incluía planificar, organizar, dirigir y controlar todo lo relacionado
con las operaciones del "negocio" que administraba. Independientemente
de los resultados de su gestión, Adán puede entonces considerarse como el
primer "gerente" que hubo sobre la tierra.
Después
del diluvio, descrito en la Biblia, se desarrolló todo un nuevo sistema de
administración, un sistema que se hizo prominente en toda la tierra habitada:
el sistema patriarcal. Este modelo de gerencia se basó en la centralización del
poder por parte del jefe de familia o de tribu. El patriarca daba atención o
supervisaba no sólo los asuntos rutinarios de la cotidianidad, sino también el
establecimiento de estándares de actuación y la administración de disciplina.
Cada grupo de familia o tribu contaba con su propio "gerente", de
manera que varios grupos familiares que conformaran una tribu tenían un solo
patriarca. Este modelo de gerencia patriarcal resultó redituable en una época
en que la tierra era el medio de producción de riqueza. Era común entre pueblos
viajeros en busca de nuevas tierras dónde producir más y mejor. Esta forma de
management le garantizaba al patriarca-gerente el poder, el estatus y la
riqueza necesarias para dirigir, al mismo tiempo que les proporcionaba
seguridad y logros a los "subordinados" o miembros de esas
comunidades.
Bajo
éste sistema de gerencia la Biblia ilustra como administraron los patriarcas
durante el período bíblico antiguo (Viejo Testamento). Ese estilo de
administración es, en buena parte, una lección de liderazgo para el gerente
moderno: capaz, firme pero flexible, con coraje, de carácter maduro, con
capacidad de influencia, buen comunicador, razonador pero sensible ante las
necesidades humanas, etc. Pero lo más impresionante de ese gerente es que al
analizar su estilo de gestión a la luz de los preceptos de la gerencia moderna
nos quedamos perplejos al ver los tremendos aciertos como administrador sin
tener la oportunidad de escuchar o leer o asistir a clases en la escuela de
negocios de Harvard, ni conoció a Deming, ni leyó los escritos de Peter
Drucker, aprendió administrando, y lo hizo muy bien!, por ejemplo, Moisés,
aplicó conceptos "actuales" de gerencia.
Moisés
practicó ampliamente la delegación de autoridad (Empowerment) -cuando se
menciona la palabra hebrea "mo-shel"- a subordinados
confiables, hace ya más de 3000 años, Moisés aunque tenía la máxima
responsabilidad en la empresa, nombró hombres capaces para que se encargaran de
los asuntos rutinarios, conservando así tiempo para dedicarlo a los asuntos
estratégicos y decisiones de mayor peso. También utilizó este método para
administrar más eficientemente el aparato militar y la organización sacerdotal,
así como para la administración eficaz de justicia. Técnicas como
involucramiento del empleado y trabajo en equipo, son otras de las maneras como
Moisés ejerció un liderazgo participativo desde hace tanto tiempo, descubrió
que de esta forma tanto los individuos como los equipos de trabajo logran
mejores resultados.
Sobre
el principio actual de "otorgar facultad a los demás para que actúen y
tomen decisiones con autonomía dentro de las normas previamente acordadas entre
las partes", pueden citarse múltiples ejemplos Bíblicos. Es más, en cinco
libros de la Biblia se habla expresamente del poderío que posee una persona
determinada para ejecutar una acción o tomar una decisión en nombre de otro.
Esta expresión evoca la "facultad para actuar conforme a la autoridad que
ha sido conferida por un poder superior".
Desconozco
si Peter Drucker tomó en cuenta la Biblia como fuente documental para su
libro "Gerencia para el Futuro", o si Peter Block la consultó cuando
escribía "Stewardship: Choosing Service Over Self-Interest", en el
que redefine el concepto de empowerment, pero lo que si es claro es que estos
"innovadores" conceptos que han "revolucionado" el mundo
empresarial , y han hecho famoso a más de un ejecutivo por el mérito de
aplicarlos con éxito en sus compañías o a los consultores por hablar de ellos,
ya habían sido expuetos y aplicados en la Biblia.
Asimismo,
en las Escrituras no sólo se encuentra la aplicación de lo que equivaldría a
los conceptos actuales relacionados con el otorgamiento de poder de decisión,
sino que además se puede identificar principios y modelos que recuerdan y dan
solidez a los conceptos modernos de la gerencia. Por ejemplo, en la Biblia se
usa el término griego oikonomián, para referirse al sistema de administración
de todos los recursos domésticos que será usado por Dios cuando establezca
definitivamente Su Reino sobre la tierra en el futuro cercano, algo muy
similiar en lo que se conoce como "economía".
Expresado
claramente, el sistema de organización y administración bíblicos está
fundamentado en el trabajo en equipo; el tener un propósito claro (misión) y
una meta a largo plazo (visión) que sean tanto comprendidas como apoyadas por
todos los miembros de la organización; la reducción de burocracia; la flexibilidad
y adaptabilidad frente a situaciones cambiantes; la planificación estratégica;
la sensibilidad con el mercado; la toma de riesgos calculados; el desarrollar
la capacidad de innovación; la ubicación estratégica y uso correcto de
recursos; la segmentación del mercado como estrategia mercadológica; el
invertir en capacitación del personal y fomentar el desarrollo individual ,el
transferir conocimientos y aprovechar el capital intelectual, el pactar
alianzas estratégicas; el medir y dar seguimiento a resultados; el mejorar
procesos de manera continua; la dirección inteligente, así como muchos otros
conceptos, métodos tan populares hoy en el management "moderno".
El
avance gerencial se observa a lo largo de la Biblia, se pasó de una
"Gerencia Patriarcal" a una "Gerencia Monárquica",
donde los administradores de los recursos domésticos de Israel combinaban
sus estilos particulares de liderazgo con los preceptos y mandatos estipulados
en el código de la ley. Se decía que los reyes que ocupaban la "alta gerencia"
en éste período "se sentaban en el trono de Jehová"; así se mostraba
el grado de poder y autoridad que poseían. Este tipo de gestión permaneció
vigente hasta el año 607 (a.C.). En ese año el pueblo de Israel fue dividido y
obligado a dispersarse, en lo que se conoce seguramente como "la
diáspora".
La
organización religiosa que había sido creada bajo la gestión del gerente Moisés
continuaba usando el mismo modelo de administración basado en la ley. Por eso,
durante todo el período que siguió al destierro del pueblo judío, y hasta el
año 33 (E.C.), éste modelo religioso de administración dominó la vida de la
época. Sin embargo, el sistema sacerdotal del Templo de Jehová, basado en la
organización Teocrática degeneró en una religiosidad dogmática, basada más en
tradiciones que en los principios contenidos en la esencia de la Torá o ley mosaica.
Esto influyó también en la cultura "corporativa" del pueblo judío
bajo la gestión imperial romana, en la que eran comunes gobernantes locales
esbirros que se enseñoreaban sobre sus subalternos y hacían uso del poder y la
influencia del puesto de dirección que ostentaban sin tomar en cuenta las
necesidades espirituales, de desarrollo y de participación "de la gente
que hacia el trabajo", del pueblo. Esto incluía al clero judío y sus
tendencias religiosas de la época, los fariseos y los escribas. Durante
todo ese oscuro período, y hasta el nacimiento del "cristianismo" en
el año 33 (E.), la jerarquía, la complejidad y la formalidad en las relaciones
entre gobernantes y gobernados, entre el clero religioso y los fieles,
constituyeron el modelo clásico de administración o procedimiento gerencial.
Una gran cantidad de ritos, procedimientos y leyes inflexibles, ahogaban la
vida de la gente. Una intrincada maraña clerical y política normaba la
realización de cualquier tarea o diligencia ciudadana. Puede decirse entonces
que, aunque en la época todavía no se conocía el término, administrativamente
había mucha "burocracia".
Por
otro lado, el modelo de gestión incorporado por Jesús el día de Pentecostés
planteó no sólo un "cambio de cultura corporativa" para Israel, sino
para todo el mundo hasta nuestra época. Ese cambio estructural y filosófico que
introdujo el cristianismo constituyó el primer caso
de "reingeniería" en la historia. Los esquemas de pensamiento,
de organización, de relación interpersonal, de supervisión, de desarrollo de
recursos humanos, de planificación, y de administración sufrieron un cambio
radical bajo los nuevos preceptos y principios implantados por Jesús, su
influencia eterna cambió los tiempos y las sazones. Para decirlo de otra
manera, lo que Jesús hizo fue cambiar los paradigmas de la historia.
Por
ejemplo, su Discurso de la Montaña o conocido como el Sermón del Monte, no
sólo es una joya literaria o una conmovedora pieza oratoria, sino que además constituye
un documento que sienta precedentes sin par respecto a adquirir innovadoras
maneras de ver el mundo, la administración y las relaciones humanas. Sus
enseñanzas, sin dudas hicieron tambalear las cimientes mismas de la cultura
tradicional y obsoleta de su tiempo. De igual forma, su incisiva insistencia
por el cambio de actitud, así como sus innovadores métodos y técnicas para
relacionarse con la gente y hacer que dieran más de sí mismos, aún hoy causan
un impacto extraordinario. Sus dichos y enseñanzas mueven al cuestionamiento
del estatus quo mental y actitudinal de la gente más que la de cualquier
"gurú" en administración.
La
influencia de Jesús como agente de cambio fue tan trascendental, que cambió
radicalmemte la manera de pensar de sus colaboradores, no solo de aquellos que
trabajaron junto a él durante su gestión de tres años y medio como organizador
y líder de la empresa del cristianismo, sino también en aquellos que vivieron
décadas y hasta siglos después. Todos se convirtieron a sí mismos en agentes de
cambio como su maestro. Un ejemplo vivo de ese cabmio fue la manera como
Saulo de Tarso (Apóstol Pablo) describe lo que le ocurrió, en una de sus
famosas cartas, contenidas en el Nuevo Testamento, quien se inspira en el
enfoque del cambio verdadero que enseño Jesucristo, es impresionantemente
simple: "el verdadero cambio se produce desde adentro hacia afuera".
Para
las organizaciones, esto significa que hasta que no hay conciencia interna de
la necesidad de cambio por parte de la alta gerencia, es decir, "cambio de
mentalidad administrativa", como lo plantea E. Deming, el cambio no se
produce. Hay que tomar la responsabilidad de retar el pensamiento experto que
dice que " si la manera como todo ha funcionado hasta ahora, como está
diseñada la estructura de la empresa, la forma como operan los procesos, los
productos y servicios que se ofrecen a los clientes, los métodos de supervisión
y relaciones laborales con los empleados, los métodos y políticas, como
tratamos a los cliente, está todo funcionando bien; ¿por qué cambiar?.
Para
la organización, esta clase de resistencia al cambio representa lo que Pablo
menciona de "amoldarse a este sistema de cosas". Si la organización
quiere cambiar, tiene que "transformarse rehaciendo su mente",
estableciendo una nueva filosofía gerencial que promueva una nueva misión o
propósito que de sentido al esfuerzo, una nueva visión que fije la dirección y
la meta a largo plazo, y sobre todo nuevos valores o declaración de principios
que sean modelados o exhibidos por los líderes. Significa aceptar el compromiso
de cambiar y transformar la organización desde dentro hacia afuera, algo que
desde Nabi Consulting siempre le proponemos a las instituciones que
desarrollamos.
Por
otra parte, muchas empresas buscan "fórmulas" para aumentar la
eficiencia, probando distintas estructuras, métodos y técnicas para lograr
mayor productividad, mencionemos tres, entre ellas están:
- El Trabajo en Equipo: Aunque el talento individual es indispensable para el éxito de cualquier empresa, ese talento debe hacer parte de otros. "Hoy existe un acuerdo casi universal sobre cuál es el cambio que se necesita. El factor decisivo es una participación reforzada de todos los miembros de la organización. Este cambio va al fondo mismo del trabajo en equipo", dicen Robert Blake y Jane Mouton, expertos en el tema, autores de la cuadrícula gerencialâ y de varios libros sobre liderazgo y trabajo en equipo. ¿Qué tiene la Biblia que decir respecto al trabajo en equipo?, las Escrituras se anticipan a la sabiduría humana al exponer con sobrada anterioridad los "secretos" de la eficiencia que se deriva de trabajar en equipo. Un hecho impresionante que encontramos al estudiar el relato bíblico sobre el nuevo tipo de organización que Jesús creó es que el modelo de trabajo que se describe no se afana por reunir "super estrellas" que logren grandes resultados. La organización que fundó Jesús y que desarrollaron los primeros cristianos se constituyó de gente corriente, humilde y sin muchas letras, pero conscientes de su necesidad de aprender y con disposición de participar, lo cual es clave para cualquier equipo. La Biblia misma afirma por qué Jesús escogió este tipo de personas para demostrar la efectividad de su modelo de gestión participativa.
- Planificación: La Biblia establece la planificación y la organización como factores vitales para el buen desenvolvimiento de las tareas del equipo. Allí se hace énfasis en que todo lo se haga en la organización deberán efectuarse "por arreglo". De hecho, este elemento reducirá la ocurrencia de conflictos, la pérdida innecesaria de tiempo, las improvisaciones, y otros males que acontecen frecuentemente en las organizaciones.
- Manejo de conflictos y comunicación: Otro aspecto sobre el que amonesta la Biblia es en cuanto a las disensiones y disputas que pudieran existir o surgir en la organización. La Biblia insta a "hablar de acuerdo" y a estar "aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar". Mediante la ilustración de un cuerpo humano perfecto, muestra se claramente que la unidad y la cooperación son elementos necesarios para lograr los mejores resultados como equipo. Por eso se anima a todos los miembros de la organización, prescindiendo del puesto que ocupen o la tarea que realicen, a desplegar interés unos con otros. Se hace énfasis en que una cooperación armoniosa de esa índole da a entender un arreglo ordenado de un equipo efectivo. Es importante que se preste atención a este consejo antiguo, porque en su esencia se encuentra la clave de lo que le cuesta tanto trabajo a las organizaciones hoy en día: trabajar juntos en unidad de propósito y en la misma dirección.
El
modelo de organización que Jesús fundó en el año 33 (E.C.) está basado en el
trabajo en equipo. Aunque está administrada bajo un orden Teocrático (gobierno
por Dios), en el que Jesucristo se considera la cabeza dirigencial, cuenta sin
embargo con una estructura ejecutiva en la que un equipo de personas se
encargan de la administración de los asuntos estratégicos, mientras otros sub
equipos interfuncionales supervisan los asuntos administrativos y operativos.
Hay que decir que una persona no pertenecía a un equipo en particular, sino que
colaboraba y a veces intercambiaba o rotaban responsabilidades con otras
funciones de la organización. En cada localidad remota donde operaban unidades
de la organización un comité local tenía su cargo todos los asuntos
administrativos, mientras que la provisión de políticas y estrategias seguían
bajo la responsabilidad del Cuerpo Gobernante, que en ese entonces estaba
constituido por los Apóstoles de Jesús que aun vivían. La congregación
cristiana verdadera de hoy sigue funcionando bajo los mismos principios que se
consideran en este trabajo.
A
lo largo de toda la Biblia se puede observar qué tipo de organización flexible,
adaptable, innovadora e integradora era el modelo de "management" y
sin duda es un buen ejemplo de que es gerenciar. Sus registros y consejos
han resultado impresionantemente exactos, a pesar de la lejanía en el tiempo en
que fueron escritas sus páginas. Recuerde, sin embargo, que este libro
impresionante no fue escrito con el propósito expreso de tratar temas
científicos ni, para nuestro caso, gerenciales; más indudablemente que su
consulta no sólo edifica de forma estimulante, sino que además orienta y provee
la sabiduría práctica necesaria para la aplicación de principios y consejos que
con seguridad plena no fallan.
Desarrollado por: Giovanny Paredes Alvarez –CEO -Nabi Consulting-
No hay comentarios:
Publicar un comentario