Uno de los valores que
se perseguía del año 8000 A.C. hasta el
siglo XVI, durante la era agrícola, era la organización humana con enfoque a la
producción, el ser humano empieza a ver la transformación de su entorno como
valor, y nace el concepto de trabajo. Por esa misma línea, hacia la década de 1650-1750,
con la Revolución industrial, se crea un nuevo valor por el cuál se rige la
sociedad, el cual podría concebirse como
productividad (medida en la mayor producción en menos tiempo). En la columna
evolutiva encontramos que hacia el año 1985, cambia radicalmente el valor, por
el cual se rige la sociedad y la empresa: El cooperativismo. Las organizaciones
dan la espalda a la competitividad, a la posición y junto con las sociedades empiezan
un trabajo en pro de un provecho común.
El valor determina la evolución
El valor se crea a partir de
los retos a los que se enfrenta una sociedad, los cuales cambian necesariamente
su rumbo. A nivel empresarial, retos como la globalización, la centralización de la
manufactura, el mercado digital y el enfoque hacia el cliente, cambiaron el
valor que se perseguía. Es incomprensible que hoy en día se vean empresas que
se rehúsan al cambio y que ponen sus objetivos como direccionamiento y no como
consecuencia de su enfoque, pues el enfoque va a marcar el éxito de una
compañía. El llamado padre de la
administración moderna, Peter F. Drucker, dice al respecto que “Los supuestos sobre los cuales operan la
mayoría de los negocios ya no encajan con la realidad” y ante ello soporta
que hubo una revolución silenciosa, que hizo que el rumbo cambiara y que las
empresas tuvieran una nueva necesidad que suplir. ¿Será que las empresas se
dieron cuenta que cambió la necesidad?
“Los negocios
tradicionales están desapareciendo. Las empresas no están vendiendo productos,
están vendiendo experiencia… Ya no hay competidores, sólo mejores soluciones y
más opciones que pueden unirse en más formas” Peter F. Drucker
El servicio como valor de una Nueva Era.
Cuando se piensa en servicio
a nivel empresarial, se piensa en el beneficio que se obtiene, y por lo general se habla de fidelización de
clientes, rentabilidad, clientes nuevos, menos quejas, menos reclamos, ventas y
más ventas; sin embargo, aunque se ha hecho un gran avance en pro del cliente,
no se ha logrado ver el valor real que éste busca obtener.
El servicio no tiene nada
que ver con el enfoque en el resultado, pero si tiene todo que ver con la
consecuencia del mismo. Puede notarse, en el transcurso histórico, como la empresa
está pasando por el proceso de hacer-tener-ser. Actualmente las empresas que se
enfocan en el tener una mayor tecnología para realizar una mayor producción, se
enfocan en un ideal que funcionó para la era industrial, no deja de ser
importante, pero no debe ser la orientación principal para ésta era. En la era en
la que se está transitando las empresas buscan
dedicarse al ser-hacer-tener de forma holística, y como aspecto fundamental está
el servicio, los consumidores y clientes crearon esa necesidad, es evidente que
la decisión de compra de los servicios y/o productos, ya no se basa en la
condición de calidad, de precio o de funcionalidad, como se venía percibiendo.
Dice Jurgüen Klaric, gurú del
Neuromarketing, que actualmente “Las
personas no saben que es lo que quieren”, este pensamiento, cimentado en
estudios revolucionarios de neurociencia, biología, sociología, entre otros,
está determinando en muchas compañías el direccionamiento del enfoque, está
rompiendo con los paradigmas y está generando nuevas y novedosas soluciones.
Es un comportamiento inmaduro, de las empresas, cuando pretenden seguir confiando
en la bondad de sus productos y/o servicios, en sus altos estándares, en su
confiabilidad y aún en un equipo comercial agresivo, para lograr una posición. Lo
anterior debe ser una constante, pero no lo que marca la diferencia. Según Iván Mazo en su libro “Derrumbe del imperio
ventas”, se hace notar ese radical cambio de valor, los clientes no buscan
personas que les vendan y que busquen mil estrategias que los subestimen,
buscan experiencias perdurables que les generen valor: Buscan servicio.
"Para que el
servicio se mantenga limpio es necesario despojarlo del sentido de negocio,
sería maravilloso que el cliente encontrara una persona que anteponga el gozo
de servir a la necesidad de vender." Iván mazo (Derrumbe del imperio
ventas”
Cambiar o morir
Es claro que se está
viviendo una nueva era, con un nuevo valor a perseguir, empresarialmente es
necesario tomar decisiones al respecto, utilizar toda la experiencia y todo el
conocimiento obtenido durante años para generar soluciones innovadoras que se
acoplen a ésta nueva era. De lo contrario, se encontraran empresas con
servicios y productos espectaculares, pero no trascenderán en la historia. Es
bueno recordar el concepto de locura que definió Albert Einstein "La locura
es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes
resultados". Decide cambiar o morir.
Más que concluir con
conceptos cerrados, queremos aportar en su desarrollo y que usted aporte al
nuestro. Cuéntenos ¿Qué piensa de tener empresas enfocadas en generar valor por
medio del servicio, y no por medio del enfoque en la productividad, procesos,
calidad, etc.? ¿Ha tenido alguna
experiencia de éxito en la creación de relaciones con sus clientes, que le
hayan generado valor? Si las empresas tuvieran un enfoque de servicio ¿Cree que
obtendrían rentabilidad? Desde el campo en el que se desarrolla su organización ¿Cómo podría
desarrollar servicio o mejorarlo?
Desarrollado por: Ing. Marcela Parra López -Development Team-Nabi Consulting
Desarrollado por: Ing. Marcela Parra López -Development Team-Nabi Consulting
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